
¿Qué es un láser?
Un láser puede considerarse como una linterna muy precisa y muy potente. Es muy preciso porque podemos controlar y mantener la forma y el tamaño del rayo de luz que sale de él, además de controlar el tipo de luz (longitud de onda) que forma el rayo.
Estos dispositivos láser están formados por un material (el material láser) que tiene la capacidad de producir rayos de luz (emite fotones) cuando se estimula con electricidad u otra fuente de luz (radiación). La luz que produce este material es de muchos tipos, por lo que se hace rebotar entre dos espejos (los resonadores), que acomodan todos lo rayos en un solo rayo, más potente y con un solo tipo de luz.
En resumen la principal característica de un láser, es que produce luz muy potente y con una forma y tamaño definidos. Es un rayo de luz controlado.
¿Cuál es el efecto del láser sobre la piel?
Cuando aplicamos este rayo de luz controlado sobre nuestra piel, esta puede hacer dos cosas con la luz: 1) puede atraparla y mantenerla (un proceso de absorción) ó 2) puede reflejarla y alejarla de ella (un proceso de dispersión). Para poder aprovechar los beneficios del rayo láser, la piel debe hacer lo primero, debe atrapar la luz.
La luz que es atrapada por la piel puede generar tres tipos de acciones: calor (proceso fototérmico), reacciones químicas (proceso fotoquímico) ó movimiento (procesos fotomecánicos). De estas tres acciones que puede provocar la luz del láser, la más importante es el calor. Este efecto de calor que produce la luz sobre la piel, es la base de las muchas aplicaciones que posee el láser actualmente.
¿Cómo funciona el láser en los tratamientos de la piel?
En los tratamientos dermatológicos con láser, el calor producido con este se utiliza para eliminar las capas superficiales de piel: a altas temperaturas, las proteínas de la piel mueren (se desnaturalizan) y se contraen. Por ejemplo, el colágeno, la principal proteína de la piel, cuando se calienta a más de 70 grados centígrados muere, y si la piel se sigue calentando un poco más, cuando se alcanzan los 100 grados centígrados, el agua se evapora, los tejidos se secan y finalmente se carbonizan.
Esta capacidad de «cocinar la piel», resulta en uno de los principales usos del láser en la dermatología: la ablación de piel o más comúnmente llamada el rejuvenecimiento con láser. Pero no debemos pensar que el láser se coloca sobre nuestra piel y se deja que queme indiscriminadamente, no, el avance tecnológico ha permitido el desarrollo de la fototermólisis selectiva, técnica en la que controlando las características de la piel y las propiedades del láser, se puede elegir que elementos quemar, dejando las zonas alrededor de estos elementos intactas.
Al aplicar esta técnica, se debe conocer que elementos queremos quemar, y con esta información ajustamos el láser para que solo queme eso. Por ejemplo, queremos quitar una mancha, si nuestra piel es blanca, la mancha es más oscura que el fondo y fácilmente el láser puede distinguir entre ellas, de acuerdo al tipo de luz que atrapa o absorbe.
Los ajustes que se deben hacer en el láser para que logre distinguir los diferentes elementos que conforman la piel se basan en: 1) el tipo de luz que absorben, 2) la cantidad de calor que necesitan para morir y 3) el tiempo que dura el elemento en enfriarse (en nuestro ejemplo la mancha).
Tratamientos dermatológicos en los que se utiliza el láser.
Algunos usos del láser en dermatología son:
- Rejuvenecimiento cutáneo (de la piel).
- Remoción tatuajes.
- Tratamiento del acné.
- Remoción de verrugas o mezquinos.
- Remoción de cabello (depilación láser).
- Eliminación de manchas.
- Tratamiento de la psoriasis.
- Tratamiento de cicatrices.
Beneficios de utilizar tratamientos láser
Los dos principales beneficios de utilizar tratamientos láser en la piel son:
No invasivo.
Se considera una técnica poco o mínimamente invasiva, con un alto perfil de seguridad y tiempos de recuperación relativamente cortos. Esto debido a que provoca muy poco daño sobre el tejido alrededor de la zona objetivo.
Efectivo.
Se ha demostrado su alta efectividad en los muchos tratamientos de enfermedades cutáneas en los que se aplica, incluyendo la psoriasis y el acné.
Riesgos que implica el uso de láser en tratamientos para la piel
Entre los riesgos de la técnica láser en dermatología se encuentran:
Lesiones oculares.
Nuestros ojos pueden sufrir daños irreversibles en la córnea, retina y esclerótica si absorben ciertos tipos de luz que genera el láser (luz UV). Se recomienda utilizar siempre gafas protectoras, para cada tipo de luz con la que se esté trabajando.
Quemaduras en la piel.
Ya sabemos que el láser funciona quemando la piel; por lo que no es de extrañar que este sea un riesgo que está presente en todo momento. Además, las superficies de la sala donde se realice el tratamiento láser deben ser rugosas o de color negro, para evitar que la luz del láser reflejado nos queme.
Humo contaminado.
El humo que genera la vaporización o quemado del tejido cutáneo, puede contener bacterias, virus y células infecciosas, al punto que se han detectado unidades del ADN del virus del papiloma humano (VPH) en el humo del láser de CO2.
Incendios.
Los materiales como gasa, cortinas o incluso el cabello, pueden incendiarse por exposición al láser, sino se tienen medidas de prevención adecuadas: las cortinas y batas deben estar humedecidas con agua estéril o solución salina, al igual que el cabello del paciente.
Descargas eléctricas.
El riesgo de una descarga eléctrica accidental siempre está presente, aún cuando se encuentre desconectado de la corriente, debido a que el condensador «guarda» electricidad.
Espero que esta información te sea de utilidad. Que tengas muy buena suerte.
Fuentes consultadas
Suthamjariya; Anderson. Lasers in dermatology. CRC Press. 2003.
Yin et al. Laser and intense pulsed light treatment of skin. Handbook of Photomedicine.
Erceg et al. The efficacy of pulsed dye laser treatment for inflammatory skin diseases: A systematic review. J Am Acad Dermatol. 2013. Abstract
Hassan et al. Facial skin rejuvenation: Ablative laser resurfacing, chemical peels, or photodynamic therapy? Facts and controversies. Clinics in Dermatology. 2013. Abstract